martes, 17 de septiembre de 2013

HERALDO DE ARAGÓN (desde 1895)


Periódico decano de la prensa diaria aragonesa fundado en Zaragoza por Luis Montestruc. El primer número salió en los quiscos el 20 de septiembre de 1895. De tipo generalista, su principal ámbito de distribución era Aragón, aunque se vende por toda España. Su ideología siempre ha sido conservadora de tendencia regionalista aragonesa. Líder constante de la prensa aragonesa, se propósito fue definirse como un diario independiente en continua defensa de la información y de los intereses de los aragoneses. Se inició con medios modestísimos, teniendo sus primeras oficinas en el número 86 de la calle del Coso. Las dificultades económicas llevaron a acudir a Antonio Motos para salvar el periódico.
Comprendiendo la necesidad de contar con mejores medios compró el material al diario madrileño El Resumen. En 1898 se estableció con imprenta propia en el número 74 de la calle del Coso. La idea de un periódico independiente, eminentemente regional y defensor de los intereses aragoneses fue tomando cuerpo. En 1900 Antonio Motos abandonó la dirección del periódico pero conservó la propiedad del mismo, siendo sustituido por Darío Pérez primero y por Francisco Aznar Navarro.


Posteriormente alcanzó el cargo de presidente José Valenzuela La Rosa, el cual reorganizó el periódico y logró su consolidación introduciendo importantes mejoras. El 1 de mayo de 1909 se constituyó la Sociedad Anónima Heraldo de Aragón con un capital de 300.000 pesetas suscritas por 44 accionistas. El Consejo de Administración, presidido por Antonio Motos, designó director gerente a Antonio Mompeón Motos, responsable de consolidar definitivamente la empresa, tanto desde su puesto de director-gerente inicial como, posteriormente, desde la presidencia del consejo, cargo en el que sustituyó a Antonio Motos tras su fallecimiento en 1923. En 1916 era director Filomeno Mayayo.
En mayo de 1931 inauguró la que es su sede actual, en el número 29 de la calle de la Independencia. Entre los años 1934 a 1939 fue director Manuel Casanova.
Desde 1939 Pascual Martín Trep pasó a la dirección del periódico, siendo sustituido en 1944 por José Morales. El 19 de julio de 1952 fue nombrado director Antonio Bruned Mompeón, bajo una etapa en la que el periódico se fue recuperando lentamente de su difícil situación para convertirse de nuevo en una empresa informativa predominante en la región.


El 8 de octubre de 1984 salió en los quioscos el periódico Heraldo del Lunes para compensar que durante este día de la semana no salía edición por descanso dominical de la editorial. Se mantuvo hasta el 11 de mayo de 1987, fecha en la que Heraldo de Aragón pasó a publicarse también los lunes. El 26 de noviembre de 1988 adoptó un nuevo formato y tipo de letra, que vino a significar una nueva etapa en los planteamientos de sus contenidos y una nueva estructuración de sus secciones.
En noviembre de 1991 falleció prematuramente el consejero-delegado Antonio de Yarza Mompeón, siendo sustituido en el Consejo de Administración por la ya consejera Pilar de Yarza Mompeón, pasando a ocupar su cargo su hermano Fernando de Yarza.
A partir del 1 de noviembre de 1992 las páginas oscenses se conviertieron en un nuevo diario, el Heraldo de Huesca, el cual se vendía conjuntamente con el Heraldo de Aragón.
El centenario del periódico, que se cumplió el 20 de septiembre de 1995, auspició una serie de actos para celebrar un acontecimiento que solamente unos contados rotativos alcanzaron a cumplir.


En 1995 nació su versión web www.heraldo.es, hoy líder de la información aragonesa con 1.118.677 usuarios únicos al año de promedio.
En 1997 la empresa adquirió la propiedad del periódico soriano Siete Días, que pasó a denominarse el Heraldo de Soria. Antonio Bruned Mompeón cesó como director en septiembre de 2000. Precisamente las desavenencias entre las dos familias mayoritarias del periódico, Bruned y Yarza, desembocaron en la venta de las que poseían los Bruned y algunos accionistas minoritarios. De esta suerte, la familia Yarza pasó a ostentar el 70% de la propiedad, quedando el 30% restante en manos de IberCaja.



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