lunes, 31 de mayo de 2010

Conservación, valoración e imagen de nuestros periódicos antiguos

Son muchos los ejemplares originales de periódicos que hemos podido recuperar con el paso de los años y que actualmente disponemos en nuestro gran almacén situado detrás de nuestra tienda en Barcelona. Es por ello que nos vemos obligados a mantener un sistema de conservación que asegure mantener sus condiciones originales lo mejor posible.
El papel de periódico está hecho a base de pulpa de madera, y no se trata precisamente de un material pensado para que tenga una larga duración sino todo lo contrario, puesto que se tiene la idea de que la vida útil de un periódico será de un solo día, y tratándose de algo que se produce en grandes cantidades, no puede ser de gran calidad por el encarecimiento que supondría.
Sin embargo, los periódicos, por sus noticias, por su historia que han ido forjando con el paso del tiempo, por las diferentes tendencias que han representado, y sobre todo por constituir unas efemérides de todo aquello que sucedió en una época pasada, muchos de ellos han terminado por conservarse en hemerotecas, archivos y particulares. En resumen, aquellas publicaciones perecederas pensadas para consumo temporal han terminado convirtiéndose en auténticas piezas de museo objeto de conservación permanente e incluso de un gran valor.
Para nosotros, todos los ejemplares de periódicos originales recuperados en sus condiciones originales tienen un gran valor porque cada uno de ellos es único e irrepetible, y cuando se vende una unidad resultará cada vez más difícil (y en muchos casos imposible) volver a conseguirlos.

Observando nuestros periódicos, a partir de su formato, su diseño, su letra, sus imágenes, su cabecera, sus artículos y sus anuncios entre muchas otras cosas, se refleja la mentalidad de cada época de nuestra historia y la forma como se vivía por aquel entonces. Este es uno de los muchos valores que tiene la prensa antigua. En cuanto a los periódicos modernos, tan convencionales que ahora nos parecen al verlos todos los días en los quioscos, un día tendrán también ese valor tan especial.
La conservación de nuestros ejemplares originales de periódicos se efectúa en un gran almacén con unas condiciones de temperatura óptimas que eviten la humedad, la luz y el aire, tres grandes enemigos del papel de periódico. Todos los ejemplares deben de estar estirados, nunca doblados, y su clasificación se ha establecido por quincenas de meses dentro de unas bolsas de plástico que evitan la entrada de polvo.
Cuando un cliente nos solicita un ejemplar, si este se encuentra en condiciones regulares de conservación, procederemos a una mínima restauración inmediata, consistente en eliminarle las arrugas mediante una plancha de vapor de planchar ropa, pero obviamente en seco para evitar estropearlo. Aunque pueda parecer extraño, una buena planchada hace milagros y hace que un periódico muy arrugado y con las páginas desencajadas tenga una apariencia mucho mejor que la anterior. En cuanto a partes rotas, como por ejemplo el lomo, se procede a su fijación mediante tiras de papel de arroz pegadas con cola en spray. El papel de arroz es a menudo transparente e incluso prácticamente invisible, de modo que apenas se aprecian los remiendos que han servido para reforzarlo y evitar degradaciones futuras.

En cuanto a otra clase de procedimientos de restauración se refiere, como el emblanquecimiento del papel, nosotros nunca hemos sido partidarios de usarlos como hacen, por ejemplo, los archivos y centros de documentación en expedientes antiguos. Ese no es nuestro caso ni nuestra finalidad, sino que creemos más auténtico y original ofrecer el ejemplar de periódico en sus condiciones originales de envejecimiento natural que ha sufrido con el paso de los años, tal y como lo hemos podido recuperar. Ese descoloramiento del papel de periódico debido al paso del tiempo, esas típicas manchas provocadas por la humedad y esa imagen general de “viejo” es lo que le da un toque auténtico de antigüedad único e irrepetible que el cliente tiene el privilegio de adquirir y que debe de comprender. No se puede pretender en absoluto una publicación antigua que esté impecable e intacta como si estuviese recién salida de imprenta. Incluso se da el caso de personas que no han querido que le arreglásemos el periódico con el fin de que así ofreciese una imagen más envejecida y antigua y menos pulcra.
Una vez comprado, en nuestras carpetas de diferentes modelos y tamaños que ofrecemos se asegura una buena conservación de los ejemplares, además de ofrecer una imagen más atractiva junto con su correspondiente certificado de autenticidad y una pequeña historia del periódico a que corresponda el ejemplar.

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