En nuestra tienda de Barcelona es habitual que la mayoría de nuestros clientes opten por comprar como regalo de aniversario el ejemplar antiguo de un periódico que ya existe, siendo el más frecuente LA VANGUARDIA. Sin embargo, aparte de esta publicación de la que no le vamos a sustraer ningún mérito histórico, existen otros periódicos interesantes y de exquisito valor histórico. Nos referimos a las publicaciones que ya han dejado de existir y que resultan desconocidas para la mayoría de la gente, especialmente las generaciones más jóvenes. ¿Alguien se acuerda de periódicos como el DIARIO DE BARCELONA, EL CORREO CATALÁN, EL NOTICIERO UNIVERSAL, TELE/EXPRÉS, LA PRENSA, HOJA DEL LUNES, EL MATÍ, LA PUBLICITAT, LAS NOTÍCIAS, EL DILUVIO o EL DÍA GRÁFICO? ¿Por qué la mayoría de clientes optan antes por una publicación existente en nuestros días como LA VANGUARDIA en vez de los citados? ¿Acaso por el hecho de haber dejado de existir tienen menos valor?
Sin lugar a dudas, la respuesta se debe al desconocimiento histórico, a la reacción de acceder inmediatamente a lo conocido e ir demasiado a lo práctico.
Sin lugar a dudas, la respuesta se debe al desconocimiento histórico, a la reacción de acceder inmediatamente a lo conocido e ir demasiado a lo práctico.
Para nosotros, estos periódicos tienen un valor especial y sentimental añadido, y ello se debe precisamente a que son más desconocidos con respecto a los que han sobrevivido hasta nuestros días. El hecho de que que ya no existan los convierten en unas auténticas piezas de museo, en unas reliquias únicas e irrepetibles mucho más difíciles de recuperar para el público, y eso es un mérito añadido. Constituyen otro punto de vista de nuestro pasado por la manera como enfocaban las noticias, diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, y forman una parte fundamental de nuestra historia de la que no debemos de prescindir.
Estos periódicos desaparecidos también tuvieron una historia interesante y a menudo apasionante, una etapa de gloria que contribuyó a informar a muchas generaciones, y otras etapas de penuria en las cuales tuvieron que luchar para salir hacia adelante.
Un entrañable reconocimiento se merecen todos estos periódicos que ya han dejado de existir y cuyas cabeceras forman parte de nuestro patrimonio histórico, y cada ejemplar recuperado una pieza inédita, única e irrepetible de gran valor histórico, cultural y sentimental de unas épocas en las muchos de nosotros hemos llegado a formar parte alguna vez.
Por todo lo expuesto animamos al público a que adquiera periódicos históricos que hayan dejado de existir por la importancia y el valor especial añadido que poseen con respecto a los que todavía encontramos habitualmente en los kioscos de prensa. Regalar a alguien de una anterior generación a la nuestra un periódico extinto es rememorarle algo que formó parte de su pasado histórico, un regalo de aniversario y a la vez un homenaje a esa persona al rescatarle del olvido un trozo poco conocido de su vida.
En definitiva, regalar un periódico desaparecido es hacer un regalo todavía más especial, más diferente y más original de lo que ya es.