El miércoles 2 de noviembre de 1911, resultado de la escisión de la revista Nuevo Mundo tras la muerte de su fundador José del Perojo, tuvo lugar el lanzamiento de la revista semanal MUNDO GRÁFICO, adjetivo incorporado con la convicción de que el lector recibiría el primer impacto de la noticia a través de la imagen en una época caracterizada por un formato de prensa poco o nada ilustrado. Fue Isidro Cámara uno de los mejores profesionales del momento quien supervisó magistralmente los fotograbados. El director era Francisco Verdugo Landi, fundador de la editorial Prensa Gráfica, S.A. que junto con su hermano el pintor Ricardo Verdugo colaboró en las revistas La Esfera y Nuevo Mundo. El gerente de la revista fue Mariano Zavala, encargado de incrementar el éxito de la revista y que en 1913 compró la revista Nuevo Mundo.
A diferencia de otras publicaciones semanales del momento, mantuvo una comunicación directa con el lector a través de la inserción de notas informativas y de la publicidad ilustrada, siendo esta muy destacada, ocupando diversas páginas enteras de la revista que hacían de esta un medio muy útil de promoción. Su formato, de entre 36 y 48 páginas, era de calidad inferior en relación con otras revistas de la época, con papel fabricado con pasta de esparto de su producción por La Papelera Española.
Otra particularidad fue su carácter popular, adquirible por un precio más asequible a diferencia de revistas más elitistas contemporáneas a su tiempo como lo fue La Esfera. Su éxito comercial obligó a tirajes de entre 80.000 y 130.000 ejemplares, convirtiéndose así en una de las revistas de mayor circulación por España asequible por su bajo precio, primero de 20 céntimos y años después a 30 céntimos.
Inicialmente, la redacción, administración y talleres de fotograbado se encontraba en el número 7 de la calle San Roque de Madrid, aunque posteriormente fueron trasladados en el número 57 de la calle de Hermosilla de la misma ciudad. La suscripción a los números y la publicación de anuncios se hacía desde la librería San Martín, situada en el número 6 de la Puerta del Sol, en el edificio del famoso cartel de “Tío Pepe”.
Éste semanario alcanzó su momento álgido, llevando a sus páginas los sucesos de la Guerra de África mediante las instantáneas enviadas por sus corresponsales gráficos especializados bajo la dirección de Campúa, fotógrafo oficila de la Casa Real. Dedicó asimismo un gran espacio a la actualidad gráfica de la primera guerra europea utilizando los servicios de las agencias Hugelmann, Central News y Chusseay Flaviens y con enviados especiales, y a Manuel Barroso como corresponsal en Londres. También sufrió la censura durante la Dictadura de Primo de Rivera.
Incluía fotografías, caricaturas, viñetas humorísticas, artículos de costumbres, viajes, arte, moda, deportes, divulgación, política nacional e internacional, críticas de espectáculos, teatro y taurinas, noticias de actualidad y de sucesos, así como narraciones breves, textos en verso y charadas, dedicándole gran espacio a los anuncios publicitarios, entre estos una sección de anuncios telegráficos o por palabras.
La alternancia de contenidos de actualidad con los geográficos dieron importantes reportajes destacados, como por ejemplo “Día de la Raza en Madrid, en provincias, en Barcelona”, “Figuras de la campaña marroquí”, “Feria de Zaragoza”, “Alfonso XIII”, “Bilbao”, “Londres”, “Cercedilla”, “Retiro”, “Príncipe de Gales”, “Paulino Uzcudun”, “Exposición de Barcelona”, “Concursos de mantones en Chamberí y en Vallecas”, “Avances en la aviación: el hidroplano gigante DO-X” y ”Reinas de la belleza en Cercedilla”, entre muchos otros.
Contó por aquel tiempo con las mejores firmas literarias como las de Salvador Rueda, Juan Pérez Zúñiga, José Francés, Arturo Reyes, Francisco Verdugo Landi, José Demaría López (Campúa), José María Carretero Novillo (El Caballero Audaz), Ramón Puyol y Eduardo Gómez de Baquero, entre otros.
La elevada calidad de la publicidad de la revista llevó incluso a la aparición en diciembre de 1932 de un número especial extraordinario en el cual destacaba un artículo del publicista Pedro Prat Gaballí titulado “Los albores de la técnica. La publicidad en Cataluña” donde señalaba el papel precursor de Barcelona en el desarrollo de la publicidad en España. Los años en que se editó MUNDO GRÁFICO coincidieron con el nacimiento, desarrollo y consolidación en España de nuevas técnicas publicitarias. Muchos de sus anuncios presentaban características similares, entre ellas la buena presentación formal, diseños esmerados, ilustraciones fotográficas y un número de páginas estables. Todo ello demostró la solidez que había alcanzado el sistema publicitario español a lo largo de aquellos años, muestra de la modernización de la publicidad en particular, y de la economía, la sociedad y la cultura española de aquel periodo en general.
Durante la Segunda República, las clásicas portadas con retratos de modelos femeninas empezaron a alternar con imágenes de personajes famosos de la época, tanto políticos como artistas e incluso con imágenes relacionadas con hechos de actualidad del momento. El formato y la cabecera cambiaron pasando de un aspecto más clásico a otro de más moderno y acorde con los movimientos artísticos de la época.
Al estallar la Guerra Civil, en 1936 la revista fue incautada y colectivizada, pasando a cambiar el formato y las portadas por propaganda y publicidad relacionada con el conflicto bélico. Fue director Luís González de Linares. Finalmente, tras fuertes problemas económicos que hizo inviable su continuación, pues los últimos números editados tenían solo ocho páginas y en papel de baja calidad, en 1938 dejó de publicarse definitivamente.