Periódico semanal de información marítima y portuaria fundado en Barcelona el 16 de junio de 1885. La redacción y los talleres estaban en el barrio de la Barceloneta. Por aquel entonces recogía la información generada por la intensa actividad portuaria de la ciudad, como la entrada y salida de barcos de pasajeros y buques mercantes o las mercancías y productos cargados o descargados. En 1922 cesó su publicación por problemas económicos, y no sería hasta el año 1932, tras dos décadas de inactividad, que reapareció bajo el nombre de “Boletín Marítimo y Mercantil” bajo la dirección del periodista, escritor y marino mercante Julián Amich Bert. La razón de ser de la publicación era informar puntualmente de las incidencias y novedades del transporte marítimo y que ésta tuviera una periodicidad diaria para reflejar con esa asiduidad la actualidad marítima española, y en particular la generada por el movimiento portuario barcelonés. Al estallar la Guerra Civil , este semanario dejó de publicarse volviendo a reaparecer el 8 de julio de 1955 bajo el nombre de "El Vigía. Boletín de Navegación, Comercio, de periodicidad diaria". Fue de los poquísimos periódicos creados en España tras el final de la Guerra Civil , una concesión debida a la presión y el interés mostrado por los armadores, consignatarios y otros operadores portuarios ubicados en Barcelona, de la necesidad de disponer de un medio eficaz para informar del acontecer diario del transporte marítimo. En esta reivindicación se contó con el apoyo tácito de la entonces Cámara de Comercio y Navegación de Barcelona, y de su secretario, Félix Escalas, interesados en disponer de un medio en donde poder reflejar una información objetiva, empresarial y diaria del movimiento de buques y el anuncio de salidas y llegadas previstas del puerto de Barcelona, de cara asegurar fletes, notificar incidencias, y reflejar partes de aseguradoras. Con el tiempo este objetivo fue ampliándose para otros puertos españoles, principalmente con el del puerto de Tarragona. “El Vigía” era la versión española de diarios que ya se publicaban en otros puertos europeos, como el Opperatori Marittimi de Génova, o el Journal de Marsella.
El mismo Amich Bert se encargó de la dirección de este periódico y de marcar una línea a seguir hasta su muerte acaecida en el año 1968. Fue relevado por el capitán de la marina mercante, Luís Ivars Portabella, que a su vez era también el editor de la publicación, junto con su esposa, Flora Amich, hija del fundador del diario. Ambos relanzaron la editorial a nivel comercial, impulsando otras publicaciones como el “Anuario del Puerto de Barcelona” y otras de índole cultural y artística, sobre todo de pintura y dibujo. Ambos asumieron el papel de editores de la publicación (PEVSA - Publicaciones El Vigía, S.A.), en un estilo muy sajón de la visión del concepto de la empresa periodística, y no muy bien visto por la prensa española de la época.
En 1982 los editores y propietarios del periódico nombraron como nuevo director al periodista Joan Rosés, responsable de renovar la línea editorial y profesionalizar el diario, así como su imagen tipográfica, introduciendo las nuevas tecnologías en la edición del diario y ampliando el contenido informativo en otras áreas vinculadas con el periodismo económico y financiero. Si hasta hacía algunos años la información del sector del transporte y la logística se limitaba al ámbito local, regional y, en mayor o menor medida, nacional, ahora la información recogida en trascendió fronteras, poniendo a disposición del lector bastante información de carácter internacional, como por ejemplo políticas europeas en materia de transporte, nuevas regulaciones norteamericanas en temas de seguridad, nuevas infraestructuras en países del norte de África, crecimientos de tráficos asiáticos, etc.
En 1985 asumió la dirección del periódico Ángel Joaniquet Ortega, periodista, redactor jefe del diario durante la dirección de Rosés. En este periodo se consolidó la renovación tecnológica y se ampliaron las secciones vinculadas con los temas relacionados con el transporte marítimo, el comercio internacional, la logística y el transporte multimodal. Asimismo, se abrió a la información de la actividad náutica recreativa debida la gran vinculación de muchos empresarios del sector marítimo con este deporte.
Durante su dirección hubo un cambio de propiedad de la editora, entrando como nuevo editor en enero de 1987 el economista Josep Jové Novell, representante de los nuevos accionistas, vinculado a la publicación como gerente de la editora. Tras su muerte repentina en septiembre de 1989 fue sustituido por José Antonio Perallón, el cual asumió durante el periodo de 1989 a 1993 la figura de editor de la empresa PEVSA.
A causa de las discrepancias entre el grupo de accionistas de la empresa, sobre cómo enfocar el negocio periodístico, entró en crisis empresarial, hecho que obligó en agosto de 1994 a su cierre patronal. Dos años después, Dalmau Codina, rescató la cabecera del diario y reinició la publicación del diario. En agosto de 2010, desapareció como periódico en papel para pasar a formato digital (www.elvigia.com) para complementar la información de transporte, logística e infraestructuras, si bien actualmente se mantiene el semanario en papel iniciado en el año 2005 y de tirada estatal.