lunes, 12 de marzo de 2012

EL PAÍS (desde 1976)


Fundado por José Ortega Spottorno (hijo de José Ortega y Gasset), salió a la luz por primera vez el 4 de mayo de 1976 con una tirada de 188000 ejemplares, siendo  el primer periódico democrático en un contexto en el que el resto de periódicos españoles venían de una larga historia en el franquismo. El diario, diseñado por Reinhard Gade y Julio Alonso, vino a ocupar un vacío existente y se convirtió en el periódico de la España democrática, en unos momentos en que la transición del franquismo a la democracia estaba todavía en pleno desarrollo. Su primer director fue Juan Luis Cebrián, procedente del diario Informaciones, y como muchos otros periodistas españoles de la época había trabajado en el diario Pueblo, órgano de los sindicatos verticales franquistas.
Su sede social y redacción central se encuentran en Madrid, aunque cuenta con delegaciones en ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao y Santiago de Compostela desde las que edita diferentes ediciones territoriales. Además, cuenta con una «edición global» que se imprime y distribuye en América Latina. En el aspecto formal, se caracteriza por su sobriedad expresiva, tanto en el tratamiento de la información como en lo estético, con páginas a cinco columnas en las que predomina el orden y la clara distribución de los distintos subgéneros periodísticos. La fotografía y la infografía cumplen un papel secundario, de mero apoyo a la información escrita. Desde su fundación hasta finales de 2007 mantuvo el mismo diseño y su misma tipografía, sin apenas evolución, con uso exclusivo de fotografías en blanco y negro, aunque en la actualidad ha aceptado el color y formas más imaginativas, fundamentalmente en los diversos suplementos.


El 3 de octubre del mismo 1976 salió el primer suplemento titulado El País Semanal sobre moda, reportajes y artículos de opinión.
Al prestigio de este periódico contribuyó su riguroso tratamiento de las normas periodísticas y el hecho que fuese el primer periódico español en establecer normas internas de control de calidad, creando la figura del Defensor del Lector (equivalente al Press Ombudsman anglosajón) y en redactar y publicar un Libro de Estilo que se convirtió en una referencia en el mundo del periodismo. El primero se editó en 1977 bajo la realización de Julio Alonso. Durante la transición este periódico no quedó exento de la inestabilidad vivida en aquellos años. Así, en 1978 tres empleados resultaron gravemente heridos al ser alcanzados por la explosión de un paquete bomba. Uno de los heridos, Andrés Fraguas, falleció el 1 de noviembre de aquél año.
El 3 y el 4 de noviembre de 1979, salieron, respectivamente, los suplementos Artes y Libros. En 1980 se convirtió en el segundo periódico español de información general, después de La Vanguardia. Mientras tanto, fue aprobado el Estatuto de la Redacción de El País, donde se regulaban cuestiones de tipo ético y las relaciones entre los redactores, la dirección y la sociedad editora del periódico, con independencia de las sindicales.


Fue con motivo del golpe de estado del 23-F, salió a la calle a las diez de la noche una edición especial del periódico titulada “El País, con la Constitución”, siendo el primero en posicionarse claramente y llamando a los ciudadanos a manifestarse en favor de la democracia. Posteriormente se realizaron otras seis ediciones de 64 páginas que recogieron el desarrollo de los acontecimientos.
A partir de 1982, derogado el decreto que obligaba al descanso dominical de las editoriales de prensa, El País pasó a editarse también los lunes, día en que empezó a editarse el suplemento Educación. En 1983 se publicó el primer número internacional y se acordó a través del Consejo de Administración de Prisa la creación del Premio Ortega y Gasset. La calidad del periódico le mereció recibir en ese mismo año el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por unanimidad del jurado. En 1985 salieron a la luz los nuevos suplementos Futuro (los miércoles, trata sobre ciencia), En Cartel (los viernes, sobre cinematografía), Negocios (los domingos, de tema económico) y Domingo (dominical de reportajes y entrevistas). A partir de 1987 amplió sus páginas de información relativas a información sobre mercados financieros, bursátiles y de materias primas, tanto a nivel nacional como internacional.


Durante la década de 1980 El País se consolidó como líder de la prensa española y estableció varios acuerdos de colaboración con otros periódicos europeos de línea socialdemócrata, participando en 1988 en la creación de una red común de recursos informativos con La Repubblica (Italia), The Independent (Gran Bretaña), Süddeutsche Zeitung (Alemania) y Le Monde (Francia). En ese mismo año pasó a ser nuevo director Joaquín Estefanía en sustitución de Ortega Spottorno  y Juan Luís Cebrián el nuevo consejero delegado.
A principios de la década de 1990, tuvo que hacer frente a una nueva situación tanto política como periodística. A partir de entonces, algún partido político y algunos medios de comunicación acusaron al periódico y al resto de medios propiedad del Grupo Prisa, junto con Prisa TV de apoyar a los intereses del PSOE. A pesar de ello, El País mantuvo su liderazgo como diario generalista más vendido de España, aunque a menor distancia de El Mundo.
En 1990 pasan a publicarse diariamente cuadernillos de información regional, y se incorporan dos nuevas rotativas Koening Bauer, con capacidad para imprimir en color y producir hasta 70.000 ejemplares por hora. En 1991 salió el suplemento cultural de los sábados especializado en literatura Babelia. A partir de 1992 se convirtió en el primer periódico español en imprimir una parte de sus ejemplares en el extranjero, concretamente en Francia.


En 1993 salió el suplemento del viernes destinado a jóvenes y adolescentes llamado El País de las Tentaciones. A partir de 1994 se optó por darle un nuevo trato a los temas de salud, educación, ciencia y comunicación en páginas especiales que se publicarán a lo largo de la semana. El 4 de mayo de 1996, con motivo de 20º aniversario de su primera publicación, se convirtió en el segundo periódico de España en ofrecer una edición electrónica en Internet, llamada El País digital (después del periódico en catalán Avui). En 1998 se editan nuevos suplementos: Ciberp@ís, MiPaís, El Viajero y El Espectador, año en que por primera vez introduce el color en la primera y la última página en las ediciones dominicales.
Llegados al final del siglo XX, según un estudio encargado por el periódico International Herald Tribune, tomando como referencia 17 países europeos, El País se encontraba en el noveno lugar en cuanto a credibilidad y en el quinto lugar en influencia entre los principales diarios europeos. La entrada al nuevo siglo supuso la adaptación de nuevo diseño tanto del periódico como de sus suplementos, a le vez que nació en octubre del mismo año 2001 el suplemento en inglés llamado El País English Edition. A partir del 18 de noviembre de 2002, impuso el sistema de pago para acceder a los contenidos informativos de su edición digital, lo que se tradujo en una disminución drástica de sus visitas. Antes de tomar esta decisión, El País Digital fue suspendido en 2002 del control de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) durante cuatro meses por la comisión de dos faltas graves. El 3 de junio de 2005 volvió a abrir el contenido del diario gratuitamente (http://elpais.com/), dejando básicamente a los suscriptores el acceso a algunos suplementos, contenidos multimedia y a las versiones en pdf (hemeroteca). En ese mismo año se incorporaron dos nuevas rotativas con capacidad para imprimir 80000 ejemplares por hora, y lanzó un nuevo producto para jóvenes basado en los soportes papel, Internet y móvil.


En el año 2006, coincidiendo con el 30º aniversario de su primera edición, se incorporaron páginas en color en las secciones informativas, a la vez que hubo un nuevo relevo en la Administración, pasando a ser nuevo director Jesús Ceberio. El 21 de octubre de 2007 llevó a cabo una renovación de su formato y contenidos, incluyendo toda una serie de reformas que afectaron tanto a su edición impresa como a su proyección digital en Internet, y sustituyó su histórico lema «Diario independiente de la mañana» por el de «El periódico global en español». El cambio ha incluido una mayor apuesta por los temas propios, más presencia de fotos y gráficos, y un completo rediseño.