Revista de información general española y de crónicas de actualidad, fue editada por el Grupo 16 bajo la dirección de Juan Tomás de Salas. De periodicidad semanal, el primer número salió en los quioscos el 22 de septiembre de 1971 con una fuerte tirada de 500.000 ejemplares.
Cambio 16 intentaba y soñaba al entrar en la década de los 70 que la sociedad española podía ser más libre y mejor de lo que era. Afortunadamente, estos buenos propósitos no fueron ninguna utopía. En pocos años la revista se convirtió en un auténtico fenómeno editorial. En el surgimiento de esta publicación confluyeron una serie de periodistas, empresarios y hombres de universidad de muy diversa procedencia ideológica (desde marxistas hasta liberales) que deseaban utilizar las herramientas del periodismo para avanzar en la transformación de España hacia una democracia de corte occidental.
Tal y como afirmó Alejandro Muñoz Alonso, “es muy importante recordar que la motivación principal de las 16 personas que fundamos la Revista y asumimos el compromiso de sacarla adelante era fundamentalmente política. Queríamos que España se convirtiera en una democracia europea. Ese era nuestro fin. Y a la Revista la veíamos como un medio muy adecuado para contribuir a alcanzar esa meta. Yo dije en alguna ocasión que nuestra tarea era una especie de ‘preparación artillera para la democracia’, pues se trataba de familiarizar a nuestros lectores con los conceptos fundamentales en que se basa un sistema democrático y con las pautas básicas de su funcionamiento”.
Inicialmente, se mostró como una revista de economía y sociedad al no tener permiso para hablar de Política. Para evitar la censura, tuvieron que desarrollar un estilo basado en el humor, los juegos de palabras, las expresiones directas y sencillas. Se convirtió, entonces, en una revista crítica pero simpática que en vez de ir de frente a criticar agriamente una cuestión, lo hacía sutilmente. Ello no evitó la censura de algunos contenidos, pero la popularidad de la revista sedujo incluso a personas de la propia administración franquista.
A partir de 1975 hacen entrega de los Premios Cambio a los personajes y organizaciones que consideran los mejores del año.
Tras la muerte del general Franco, apostaron claramente por los cambios democráticos. Ofrecieron un lenguaje directo y atrevido en el tratamiento de la actualidad y portadas de impacto. Todo ello eran sus señas de identidad. Cambio 16 fue la gran revista de la Transición española, un fiel reflejo de lo que fueron aquellos años tan intensos. Quienes impulsaban y hacían el semanario eran muy conscientes de lo delicado de la situación. Transformar una dictadura en una democracia no resultaba sencillo y que había que llevarlo a cabo con sumo cuidado. Por eso apostaron, sin renunciar a su evidente enfoque progresista, por el sentido común, huyendo de las posturas radicales. Ello permitió que los acontecimientos políticos fueran bien digeridos por la opinión pública y que los años de la Transición transcurrieran de la manera más pacífica posible.
A partir de 1976 tomó la dirección el periodista José Oneto. Él mismo recuerda que todas las semanas solía hacer entre tres y cuatro portadas, después hacía las pruebas de portada y luego se dirigía a varios quioscos y les preguntaba a los mismos quiosqueros qué portada creían que sería la que vendería más ejemplares. Este fue posiblemente la etapa más intensa porque al intentar ejercer un periodismo más libre que en plena Transición todavía se le ponían límites. A menudo tuvieron problemas de censura con el Ministerio de Información y Turismo, que llegó a secuestrar en algunas ocasiones la revista. Los encontronazos con el poder y las amenazas terroristas fueron frecuentes durante aquellos años.
Después de José Oneto, otros directores de la revista han sido Ricardo Utrilla (1986-1988), Enrique Badía (1988-1989), Luis Díaz Güell (1989-1991), de nuevo Juan Tomás de Salas (1991-1994), Román Orozco (1994-1996) , Gorka Landáburu (1994-2001) y Francisco Caparrós (desde el año 2001).
Con el paso de los años, la revista sufrió un lento y progresivo declive, iniciado en realidad en el momento en que los diarios y las radios pudieron dar libremente información política, lo que provocó la aparición de nuevas publicaciones que compartían similares principios editoriales y un estilo más o menos igual. Al informar de manera diaria de los asuntos políticos y, por otro, al normalizarse la situación política nacional, el semanario perdió interés entre el público. Fue entonces cuando experimentó una transformación editorial hacia otros temas más sociales y generales y dejó de centrarse principalmente en la política.
La revista sigue siendo fiel a los principios sobre los que se fundó, tomando parte activa en los debates abiertos sobre la futura articulación de la España de las autonomías, de problemas sociales y económicos. En sus páginas se analizan los peligros que acechan al mundo, consecuencia del cambio climático, o por la globalización de los capitales. Actualmente, Cambio 16 pertenece a Espacio de Información General, S.A. y tiene entre otros retos su supervivencia como revista en el mercado de la información. Con apenas 3.000 ejemplares semanales, el reto es adaptar el semanario al siglo XXI y recuperar aquel carisma de la Transición. La distribución internacional llega a 67 países. En Cataluña y Euskadi existen versiones en catalán (Canvi Setze) y euskera (Aldaketa Hamasei), respectivamente. Desde el año 2007, existe en formato digital (www.cambio16.es).