Revista satírica y de humor de actualidades fundada en Barcelona. El primer número salió en los quioscos de prensa el 27 de mayo de 1977, durante la Transición Española, con el subtítulo "la revista que sale los miércoles”. Fue creada por José Ilario y editada por la editorial Formentera. De periodicidad semanal, desde un principio cuenta con 68 páginas, de las cuales 20 se dedican a la actualidad política, económica o social, en forma de chistes o tiras y siempre en tono satírico, y el resto, a las series de los distintos personajes. Se distinguió de los otros semanarios humorísticos de la época por presentar un formato similar a las revistas francesas Hara Kiri Hebdo y Charlie Hebdo.
De forma característica, la portada versa siempre sobre un tema de actualidad candente y es diseñada por alguno de los dibujantes colaboradores de la revista. Hay además una sección titulada “Teníamos + portadas”, que a doble página ofrece ocho diseños alternativos para la portada, realizados también por los diferentes colaboradores.
El “Editorial” analiza el tema de actualidad sobre el que versa la portada con el tono humorístico y sarcástico habitual, acompañado de un pequeño dibujo del bufón, mascota y símbolo de la revista, representado de forma que se le relacione con el tema del texto. La doble página central suele ser un póster con la caricatura de un personaje público.
Cada tres meses se publica una edición extra de entre 98 y 124 páginas sobre un tema determinado. Crítica también a muchas instituciones, organizaciones y protagonistas del panorama español e internacional, haciendo especial hincapié en las típicamente conservadoras, como la monarquía española; los partidos políticos de derechas, o la religión católica, presentando series como “Martínez el facha”, el “Obispo Morales” o “¡Dios mío!”. También son clásicas las que inciden en la escatología sexual como “Clara... de noche” o “Puticlub”. Las series son, de todas formas, muy variadas y las hay hasta surrealistas como “Gruñidos en el desierto” o “Caspa radioactiva”. Muchas de las más recientes se vinculan a la vida de los jóvenes, como “La parejita, S.A.”, optando por un costumbrismo amable.
El 8 de julio de 1977, el número 7 de la revista con la portada titulada "Lefevre se cisma del Papa" fue secuestrado a requerimiento del juzgado de instrucción número 3 de Barcelona, citando como motivos de la acción «atentado a la libertad religiosa».
Al poco tiempo, en octubre de 1977, fue adquirida por el Grupo Zeta, que produjo el primer número con portada a color. Entre agosto de 1979 y el año 1980 hubo un aumento de lectores, pasando a venderse de 66.212 a 106.000 ejemplares, para estabilizarse posteriormente.
Cada tres meses se publica una edición extra de entre 98 y 124 páginas sobre un tema determinado. Crítica también a muchas instituciones, organizaciones y protagonistas del panorama español e internacional, haciendo especial hincapié en las típicamente conservadoras, como la monarquía española; los partidos políticos de derechas, o la religión católica, presentando series como “Martínez el facha”, el “Obispo Morales” o “¡Dios mío!”. También son clásicas las que inciden en la escatología sexual como “Clara... de noche” o “Puticlub”. Las series son, de todas formas, muy variadas y las hay hasta surrealistas como “Gruñidos en el desierto” o “Caspa radioactiva”. Muchas de las más recientes se vinculan a la vida de los jóvenes, como “La parejita, S.A.”, optando por un costumbrismo amable.
El 8 de julio de 1977, el número 7 de la revista con la portada titulada "Lefevre se cisma del Papa" fue secuestrado a requerimiento del juzgado de instrucción número 3 de Barcelona, citando como motivos de la acción «atentado a la libertad religiosa».
Al poco tiempo, en octubre de 1977, fue adquirida por el Grupo Zeta, que produjo el primer número con portada a color. Entre agosto de 1979 y el año 1980 hubo un aumento de lectores, pasando a venderse de 66.212 a 106.000 ejemplares, para estabilizarse posteriormente.
En mayo de 1981, Erviti pasó a ser nuevo director general de publicaciones, momento cuando Antonio Asensio decidió deshacerse de la revista, la cual fue comprada por los propios humoristas que colaboraba, que se constituyeron en sociedad anónima con el nombre de Ediciones El Jueves, S. A., el 11 de agosto de 1982. Los nuevos propietarios fueron José Luis Martin, Oscar Nebreda y Jorge Ginés, pasando a ser este último nuevo director. Como consecuencia de su nueva etapa, la publicación tomó un gran impulso y alcanzó cotas de éxito y ventas inimaginables.
Tras la crisis del cómic de mediados de la década de 1980, la revista fue un ejemplo de publicación tan personal como aislada, tan libre como repetitiva. Su tirada media, en cualquier caso, pasó en aquellos años de 47.000 ejemplares en 1986, a 66.000 en 1988, 119500 en 1989 y 150000 en 1990 y alcanzó su récord en los 201.700 ejemplares del número 785, publicado en 1992. A requerimiento, se incorporaron algunos autores nuevos, como Miquelanxo Prado, Antoni Garcés, Pasqual Ferry y Das Pastoras, todos ellos surgidos del fanzine "Zero Comics", aunque las series más emblemáticas fueron las de Ivá. También en 1991 se incorporó Vizcarra como caricaturista.
A partir del año 2001 la revista se renovó, pero sin embargo, gracias a la incorporación de Manel Fontdevila y Albert Monteys a su consejo de redacción, ello permitió la llegada de otros autores jóvenes.
A partir del año 2001 la revista se renovó, pero sin embargo, gracias a la incorporación de Manel Fontdevila y Albert Monteys a su consejo de redacción, ello permitió la llegada de otros autores jóvenes.
En el año 2002, con la tirada estabilizada en torno a los 90000 ejemplares, la revista mostró en su número 1299 una caricatura de Ariel Sharón con rasgos porcinos y una esvástica nazi. El 22 de abril, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, la puso como ejemplo del neoantisemitismo en Europa durante la Conferencia Euromediterránea celebrada en Valencia. Debido a la exposición de esa portada ante las cámaras, la revista apareció en medios de comunicación de todo el mundo.
Ese mismo año, con motivo del 25 aniversario de la revista, se comentaba en su editorial que su trayectoria de un cuarto de siglo “ha sido (…) notario honesto de los cambios acaecidos en este bendito país y en este bendito planeta: la transición política (incluyendo intentos de golpe de Estado), la despenalización del aborto, el vídeo, las teles privadas, el topless, el teléfono móvil, la ley del divorcio, la explosión de la prensa del corazón, el agujero de la capa de ozono, la corrupción política, el terrorismo, la idiotización (más aún) de la tele, las guerras del Golfo, la Familia Real, los fenómenos sociales y las modas más estúpidas a las que nos apuntamos rápidamente (…)”. El resultado es que ha sido el espejo deformado y caricaturizado, pero igualmente un reflejo de nuestra realidad social desde los años de la Transición Española.
En el año 2005 se publicó la primera serie protagonizada por un personaje homosexual llamado “Pepe Gay de Guillermo”. En el 2006, Albert Monteys, uno de sus nuevos autores, fue nombrado director de la revista y ésta obtenía por primera vez el galardón a la mejor revista en el Salón del Cómic de Barcelona. En diciembre de ese año, el grupo editorial RBA adquirió el 60% del sello.
El 18 de julio de 2007, la portada de su número 1573 presentó una caricatura de los Príncipes de Asturias manteniendo relaciones sexuales, lo cual motivó el secuestro de la publicación y una multa a sus dos dibujantes de 3000 euros por parte de la Justicia.
En enero de 2011, Maite Quílez se conviertió en nueva directora de la publicación. La tirada pasó de 100000 a 95000 ejemplares.
En la actualidad, con 1899 ejemplares, el 16 de octubre de 2013 se convirtió en la revista de humor más longeva de la historia de España, superando en un número a la hasta ahora campeona vigente, la revista “La Codorniz”.
En cuanto al perfil de público, según la profesora Pilar Roselyne, “los lectores de cierta edad llevan mucho tiempo comprando la revista, son lectores fieles, y esto es una garantía de calidad, sobre todo que la han dado a conocer a sus hijos, que se han aficionado. Entonces, El Jueves no es una revista de progres envejecidos que no han sabido reconvertirse, sino una revista intergeneracional de la que disfrutan tanto padres como hijos. Es un producto divertido en el efímero del chiste de actualidad política y social, pero es también un producto rico, que presta a varias lecturas e interpretaciones, que se vuelve a leer, y por eso no es un producto perecedero. Ya hay dos generaciones de lectores fieles, es decir que hay una "familia", con las diferencias de edades que ello supone, y no una «pandilla» de gente de la misma edad. Entonces, con toda la familia, ha llegado el tiempo de transmitir la memoria, o de refrescarla”.