La presente portada corresponde a un ejemplar del diario La Vanguardia fechada el domingo 25 de junio de 1972. Aunque no pertenece al mes correspondiente al presente artículo, es de actualidad, puesto que hace referencia al entrañable Tramvia Blau barcelonés. El pasado domingo 28 de enero circuló por última vez a la espera de una reforma de la avenida del Tibidabo y con la esperanza puesta a su reapertura.
Fue inaugurado el 29 de octubre de 1901 a la vez que el funicular y operado por Sociedad Anónima Tibidabo, impulsados ambos por el doctor Salvador Andreu, promotor del parque de atracciones del Tibidabo y la urbanización de la avenida. Desde la Rotonda a la plaza del Doctor Andreu tenía una longitud de 1.276 metros y un desnivel de 93 metros. El 18 de abril de 1905 se prolongó hasta Vallvidrera por la montaña. Justo un año después, se inauguró el funicular de Vallvidrera, con lo cual el tranvía registró un descenso importante de pasajeros hasta la clausura definitiva del tramo superior en 1937 y su terminal definitiva en la plaza del Doctor Andreu, tal y como nos ha llegado hasta la actualidad.
En 1954 Ferrocarriles de Cataluña inauguró el ramal ferroviario hasta la avenida del Tibidabo, lo cual supuso una nueva conexión con el centro de la ciudad.
El 18 de marzo de 1971 Tranvías de Barcelona suprimió las dos últimas líneas de tranvía de Barcelona, quedando solo el Tramvia Blau como superviviente debido a que pertenecía a manos privadas. En 1979 el Ayuntamiento de Barcelona pasó a ser el propietario de la línea para garantizar su viabilidad potenciando el carácter turístico. Luego pasó a manos de Transports Metropolitans de Barcelona. En 1984 se efectuó una renovación de vías y catenaria. No fue hasta el año 2004 que el tranvía se reintrodujo en Barcelona.
