miércoles, 22 de diciembre de 2021

Celebrada una nueva edición de la Ruta de la Prensa Histórica en el Raval


El pasado viernes día 17 tuvo lugar una nueva edición de la Ruta de la Prensa Histórica en el Raval destinada a dar a conocer aquellos espacios de este histórico barrio barcelonés donde hubo las imprentas de distintos periódicos históricos. Desde el mes de junio de 2019 en que se hizo el último itinerario esta actividad había quedado suspendida a causa de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19. Esta vez se realizó bajo condiciones de seguridad y con un aforo limitado de participantes se ha podido recuperar.
A diferencia de otras ediciones, esta vez ha habido la colaboración de Explorins, una entidad cultural especializada en proyectos de dinamización de ciudades y marketing experiencial a través de la cultura local. Entre otras cosas, ha diseñado distintas rutas destinadas a difundir y a dar a conocer la historia local, la cultura y el comercio del barrio. Además, dichas rutas se pueden encontrar en una App que permiten a cualquier persona efectuarlas por su cuenta. Una de ellas es, precisamente, "La prensa histórica del Raval". Dichos itinerarios interactivos, que suman un total de 11 itinerarios y 48 paradas, se conocen como "Ravalopoly-El barri està en joc" y tiene como finalidad dinamizar la economía del Raval.
El punto de encuentro fue en la rambla de Santa Mònica, frente al Centre d'Art Santa Mònica. Entre los asistentes, hicieron presencia miembros de Explorins y por nuestra parte asistieron Ágata, Alberto y Hugo. Las explicaciones de la ruta fueron a cargo del historiador local Ricard Fernández i Valentí, antiguo empleado de nuestro negocio local y asiduo colaborador. Destacar que participaron una docena de visitantes, algunos de los cuales eran extranjeros, lo cual es algo positivo porque demuestra el interés de los nuevos allegados por la historia local de nuestra ciudad.


La primera parada fue en el pasaje de Gutenberg, lugar donde a finales del siglo XIX se erigió un conjunto fabril con un pequeño callejón sin salida cuyo único acceso se efectuaba por la calle del Arco del Teatro, popularmente conocido como pasaje de Tassó, debido a impresor menorquín Lluís Tasso Gonyalons. Este personaje, después de haber aprendido el oficio, se trasladó a Barcelona e instaló su imprenta en 1862. Su destacado mérito fue la unificación del oficio de impresor con el de editor donante sitio en el término casa editorial. En 1880 murió y su hijo Lluís Tassó Serra se hizo cargo del negocio. En ese mismo año fundó la revista semanal La Ilustración. Subtitulada como periódico semanal de literatura, artes, ciencias y viajes fue de las primeras revistas ilustradas publicadas en Barcelona y una de las primeras de España con grabados originales, xilografías y láminas. Trataba temas de actualidad con un tono cercano y ameno, dirigido a un público joven y activo encontrado en las corrientes culturales de finales del siglo XIX. Su éxito en Latinoamérica comportó el cambio de nombre en Ilustración Hispano-Americana a partir de 1885. En esta etapa, que continuó Torcuato Tassó Serra, hermano de Lluís, se publicó hasta 1891. Ambas revistas contribuyeron a transformar la prensa española dando importancia a la fotografía como reflejo de la realidad. Por eso se mantuvo una estrecha colaboración con el fotógrafo Miguel Aragonés, cuyo estudio fotográfico se situaba justo al lado de la Imprenta Tassó, la cual introdujo procedimientos como el copiado fotográfico, la autotipia, el heliograbado o el fotograbado directo del natural. Al morir en 1906 dejó la imprenta en su cuñado Alfons Vilardell Portuondo. El 29 de marzo de 1922 el Ayuntamiento de Barcelona bautizó al pasaje de Tasso como pasaje de Gutenberg en homenaje al impresor y grabador alemán. Al estallar la Guerra Civil la Imprenta Tasso fue incautada por el Sindicato de Artes Gráficas de la CNT, por lo que Alfons Vilardell Portuondo abandonó la gerencia y se exilió con su esposa. Tras finalizar el conflicto bélico, regresó a Barcelona, vendió el edificio y la maquinaria, quedando la empresa desmantelada y la imprenta definitivamente inactiva.


La segunda parada fue en la calle de les Tàpies, frente al antiguo edificio que actualmente alberga el Consell Comarcal del Barcelonès, junto a la fábrica Can Ricart, ahora centro deportivo municipal. Concretamente estaba la llamada Imprenta Barcelonesa, del siglo XIX, especializada en la impresión de libros literarios, jurídicos, técnicos y científicos, de la familia Piferrer. Su prestigio fue tal que se convirtió en la principal y más importante imprenta de Barcelona, incluso alcanzando la categoría de Imprenta Real, fundada en el siglo XVIII por Joan Piferrer, heredada por su hijo Tomàs Piferrer y, finalmente, por su nieto Joan-Francesc Piferrer. Allí tuvo la imprenta de dos periódicos.
El primero, el Diario de Barcelona, fue fundado en 1792 por Pablo Husson. En 1809 fue a parar a manos de Antoni Brusi, quien, gracias a un acuerdo con Joan-Francesc Piferrer, se instalaron los talleres de impresión hasta 1868 cuando la Imprenta Piferrer cerró. En 1923 pasó a manos de la Editorial Barcelonesa. Durante la Segunda República mantuvo una línea conservadora y monárquica. Durante la Guerra Civil se convirtió en órgano de Estat Català hasta su suspensión, reapareciendo en 1940. Durante la Transición sufrió una crisis y en 1980 pasó a ser autogestionado hasta 1984. En 1987 reapareció en catalán editado por el Grupo Z hasta 1994 cuando pasó a ser digital hasta 2009. El segundo, El Poble Català, fue un diario en catalán que tuvo en este espacio la imprenta en los últimos años de vida. Fundado en 1906 por una escisión izquierdista de la Liga Regionalista, llamada Centro Nacionalista Republicano, desapareció en 1918. La cabecera modernista del diario fue diseño del arquitecto Lluís Domènech i Montaner.


La tercera parada tuvo lugar en la calle del Marquès de Barberà números 11-13, donde existió la redacción del diario La Publicitat. Fue fundado en 1878 en castellano y era de tendencia republicanista de izquierdas y anticlerical. Fue órgano de apoyo del lerrouxismo y del Partido Reformista. Con el tiempo y después de una crisis económica y cambio de directivos, giró hacia el catalanismo de izquierdas y a partir de 1922 empezó a salir en catalán. Fue suspendido en 1939. Semanalmente editó un suplemento de deportes que se vendía aparte. A partir de 1929 editó un suplemento semanal llamado Mirador que acabó convirtiéndose en diario y que duró hasta 1938.Entre 1937 y 1939 se trasladó también la redacción y la impresión del diario vasco Euskadi, fundado en 1913, órgano del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y escrito en vasco y castellano. Otro diario fue La Nau, donde tuvo la redacción en sus inicios. Fundado en 1927 como creación personal de Antoni Rovira i Virgili, desapareció en 1933. Entre 1929 y 1930 editó un suplemento deportivo semanal llamado La Nau dels Esports.


Tras cruzar el patio del antiguo Hospital de la Santa Creu se llegó hasta la calle dels Àngels. En el número 20-22 una imprenta ocupó los bajos de un edificio. El fundador fue Francisco Xavier Altés Alabart (1855-1926). Desde muy joven se dedicó al mundo de la imprenta y en 1890 fundó en la calle Elisabets 11 la Imprenta de Francisco J. Altés. Allí se imprimió la revista religiosa Santa Teresa de Jesús. Funcionó hasta 1896 y se trasladó a la calle Pelai 6, pero en 1900 fue a la calle dels Àngels, donde permaneció hasta 1932. Allí se imprimieron muchas publicaciones religiosas y en los talleres trabajaban jóvenes marginados como una manera de rehabilitación. Después se marchó a la calle Tuset 28. Actualmente hay una oleoteca (tienda de aceites). El local albergó las imprentas del calendario L'Abella d'Or y otros tres diarios que aprovecharon las instalaciones aunque la Imprenta Altés ya se había marchado. El primero, el Diari de Catalunya fue portavoz de Estat Català, fue fundado en 1937 y desapareció en 1939. Fue una escisión del Diari de Barcelona-Estat Català debida a un conflicto con los trabajadores. El segundo, el Diario Mercantil, fundado en 1887, primero fue editado en castellano y después en catalán a partir de 1932, desapareciendo en 1937. Subtitulado "Industria, comercio, bolsa, finanzas, trabajo", fue un diario dedicado exclusivamente al comercio y en las finanzas. Y el tercero, el Avui, fue una publicación independiente sin ayudas económicas, iniciativa del seminarista Josep Janés i Olivé, trabajador y director del Diario Mercantil. La sección "Letras, teatro, arte, cine" destacó por encima de las demás por su calidad. Tuvo una vida muy efímera, fundado el 14 de octubre de 1933 y desapareciendo el 15 de diciembre del mismo año debido a que los gastos de producción superaron sus ingresos.


La quinta parada correspondió a la calle d'en Xuclà, en cuyo número 13 estuvo la imprenta del diario La Renaixensa. Se publicó entre 1871 y 1905. En sus inicios empezó como periódico pero a raíz de la celebración del Primer Congreso Catalanista se convirtió en diario. Colaboraron personajes como Àngel Guimerà, Puig y Cadafalch y Prat de la Riba. Durante 1880 también se imprimió el Diari Català. Fue fundado en 1879 por Valentí Almirall y fue el primer diario escrito íntegramente en catalán. Era de tendencia republicana federal. Desapareció en 1881 por desavenencias políticas.


La sexta parada fue en la rambla de Canaletes, frente el edificio del restaurante Nuria donde hubo la sede de dos diarios. El primero, El Matí, tuvo la redacción en el número 11 de la Rambla de Canaletes. Fundado en 1929, diario católico e independiente, acabó siendo el portavoz de Unió Democràtica de Catalunya. Por este motivo, fue crítico con Esquerra Republicana de Catalunya. A partir de 1931 editó una revista dominical ilustrada y popular llamada Esplai. Desapareció en 1936. El segundo, La Rambla, se ubicó en el número 13 de la Rambla de Canaletes, en el edificio del café restaurante Nuria, existente desde 1926 y pionero en la venta de pollos asados. Se publicó entre 1936 y 1939. Fue propiedad de Josep Sunyol, presidente del Barça. Inicialmente empezó como semanario de deportes y de actualidad. Luego pasó a ser diario vespertino. Hasta 1937 se subtituló "Diari catalanista de izquierdas", y en 1938 se subtituló "Diari de la juventud, editado por la JSU de Catalunya", siendo portavoz del PSUC.


La séptima parada, en la calle de Pelai número 28, se correspondió al antiguo edificio propiedad de los condes de Godó. Actualmente hay un hotel. El edificio, de estilo modernista, obra del arquitecto Josep Majó Ribas, inicialmente sólo ocupó los bajos para las actividades periodísticas, pero con el paso de los años los hermanos Carlos y Bartolomé Godó Pié, fundadores del diario La Vanguardia, acabaron adquiriendo todo el edificio, permaneciendo entre los años 1903 y 2004. Inicialmente tuvo su sede en la calle de les Heures. Periódico conservador y liberal que en seguida subió debido a su conexión con las transformaciones sociales y económicas del momento. En 1929 incorporó las Notas Gráficas. En 1936 fue colectivizado y en 1939 reapareció bajo control del régimen franquista bajo el nombre de La Vanguardia Española. Hasta 1960 estuvo como director en Luis de Galinsoga, que fue destituido en 1960 a raíz de un boicot popular. Desde entonces vivió una nueva etapa que reflejó los cambios de mentalidad de los nuevos tiempos. En 1978 recuperó su nombre original y en 1989 cambió a nuevo formato. En 2004 se trasladó a la nueva sede de Diagonal-Francesc Macià, y desde 2011 saca doble edición catalán-castellano. Otro diario que tuvo allí la imprenta fue el Tele/eXprés, entre los años 1964 y 1977. Fue fundado en 1964 como diario independiente y, al mismo tiempo, sensacionalista. De talante progresista para la época, su crítica con el franquismo le puso entre las cuerdas más de una vez. A partir de 1968 y hasta 1975 vivió su mejor etapa, reflejando lo que era la Barcelona de los años 70, incorporando a jóvenes periodistas de la época como Joan de Sagarra, Terenci Moix, Manuel Vázquez Montalbán, Ramon Barnils, Montserrat Roig y Jaume Perich. Desapareció en 1980. Tras dejar la imprenta de la Casa de la Caridad, entre 1955 y 1982 tuvo la imprenta el Hoja del Lunes. Fundado en 1926 como Hoja Oficial de la Provincia de Barcelona, salía únicamente los lunes debido a que una Real Orden de 1924 decretó el descanso dominical de la mayoría de las editoriales de prensa. Cada provincia hacía su propia edición, formando parte de la Asociación de Prensa. Entre 1931 y 1936 la edición barcelonesa se publicó en catalán con el nombre de Hoja Oficial de la Provincia de Barcelona. Durante la Guerra Civil se convirtió en la Full Oficial de la Generalitat, y desde 1939 pasó a llamarse Hoja del Lunes. Desapareció en 1984 cuando los lunes volvieron a salir de nuevo los periódicos. Además de los diarios, también acogió la imprenta de dos revistas. La primera, Gaceta Ilustrada, permaneció entre 1976 y 1984. Fundada en 1956 como revista de crónicas de actualidad nacional e internacional. El interior terminó siendo a todo color y utilizó técnicas modernas de maquetación. Ante el auge creciente de las revistas de prensa rosa, desapareció en 1984. La segunda, Destino, estuvo entre los años 1939 y 1975 gracias a un acuerdo entre Ignacio Agustí y el conde de Godó. Fundada en 1938, fue una revista de crónicas de actualidad nacional e internacional en la que escribieron numerosos escritores, cronistas y periodistas de prestigio literario. A partir de 1960 cambió su orientación política hacia más progresista, lo que le costó recibir algunas sanciones por parte de la censura franquista. Desapareció en 1980.


La octava parada fue en la plaza de Castella. Allí hay un edificio racionalista de 1961 obra de los arquitectos Josep Antoni Coderch y Josep Soteras, que en 1973 acogió a Ediciones Amaika, fundada en 1973, filial del Grupo Godó. Allí se ubicaron las redacciones de tres revistas satíricas. La primera fue El Papus, subtitulada como "Revista satírica y neurasténica", fundada en 1973 y desaparecida en 1984. Abordaba temas sociales y sobre todo políticos, desde la sátira, hasta el punto de que fue suspendida por los censores en dos ocasiones, en 1975 y 1976. E 20 de septiembre de 1977 el grupo terrorista ultraderechista Triple A efectuó un atentante con bomba en estas oficinas con el resultado de una persona muerta (el conserje) y diecisiete de heridas. La segunda fue El Cuervo, fundada en 1977. Fue una revista de historietas dedicada a la crítica de la actualidad política, que después derivó hacia el contenido más erótico. Desapareció en 1985, si bien después hubo una tercera época de 1986 a 1994. Y la tercera fue la Party, revista fundada en 1977 de contenido erótico que derivó hacia la temática gay, posiblemente la primera después de la dictadura. Sin embargo, durante la Transición su difusión fue muy discreta debido a la vigencia de la Ley de Peligrosidad Social. Desapareció en 1984 ante la aparición de otras revistas de la misma temática.


La novena parada correspondió a la Casa de la Caritat, un conjunto erigido en 1749, empezó a funcionar como Casa de la Caridad a partir de 1803. En 1853 pasó a depender de la Diputació de Barcelona. Durante la Guerra Civil se convirtió en la Casa de Asistencia Presidente Francesc Macià. Finalmente, en 1956 la institución pasó a los Hogares Mundet. Tras varios usos poco definidos y haber sido parcialmente abandonado, en 1994 abrió el conjunto rehabilitado como Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Entre los diferentes oficios y talleres creados en 1838, acogió una escuela-taller con unas imprentas de periódicos donde trabajaba la gente que vivía recluida como una manera de aprender un oficio. Allí se imprimieron entre 1926 y 1955 la Hoja del Lunes y de los números 27 al 53 (noviembre-diciembre de 1933) el diario Avui, antes explicados. En 1913 obtuvo la concesión de la edición del Boletín Oficial de la Provincia y, posteriormente, la Gaceta Municipal, la Revista Jurídica de Cataluña, y los boletines del Centro Excursionista y del Ateneu Barcelonès, así como numerosos libros del Instituto de Estudios Catalanes y de la Academia de Buenas Letras.


Finalmente, la décima y última parada fue en nuestra tienda y almacén de la calle de Joaquín Costa número 44, donde esperaban Roberto y Angélica. Allá se explicó brevemente la historia del negocio y qué ofrecemos, así como una visita guiada en dos grupos para dar a conocer las instalaciones. Además, se mostraron algunos ejemplares originales de periódicos y revistas citados en la ruta. Al público asistente, que expresó su satisfacción por la ruta histórica, se le ofreció un pequeño obsequio con motivo de su visita. Es de esperar nuevas e interesantes colaboraciones con Explorings en los próximos meses que contribuyan tanto a darnos a conocer como comercio singular y como a difundir la memoria histórica del barrio del Raval desde una perspectiva diferente y poco conocida, pero muy interesante y enriquecedora. Para saber más sobre Explorings podéis consultar la página web clicando AQUÍ.