domingo, 20 de junio de 2010

Revista LA ESFERA (1914-1931)

La revista ilustrada de corte modernista LA ESFERA salió en los quioscos de prensa por primera vez el 3 de enero de 1914 de la mano de la editorial Prensa Gráfica, sita en el número 57 de la calle de Hermosilla de Madrid. Promovida y financiada por los SS.MM. los Reyes de España D. Alfonso XIII y Dª. María Cristina, el responsable de su creación se debió a Nicolás María de Urgoiti, presidente también de la Papelera Española, hecho este que propició la puesta en escena de éste semanario de una calidad técnica superior a las revistas de su época, unido al desarrollo del periodismo gráfico que planteaba la imagen como elemento referencial de sus contenidos. Fue así como diversos reporteros gráficos, galeristas y creadores (paisajistas y pictoristas) encontraron un nuevo medio donde publicar sus trabajos, acompañados sólo por un pie de foto, hecho que reducía la redacción de noticias de actualidad a meros artículos de opinión o literarios.

El primer director fue Francisco Verdugo Landi y su gerente Mariano Zavala. Durante la I Guerra Mundial, ante la carencia de materia prima, se tuvo que encarecer el precio de la revista y se incorporó una publicidad que copó las primeras páginas de la mayoría de números hasta la finalización de la misma. En seguida ocupó un buen lugar entre las publicaciones de gran formato. Esta publicación eminentemente gráfica y de buen formato (36 x 27 cm) fue innovadora en lo referente a unir dos conceptos diferenciados hasta entonces: por un lado, la noticia como información inmediata y el comentario de la misma por las plumas más acreditadas de cada campo en ese momento. Y por otro lado, se atendieron los aspectos comunicativos, literarios y artísticos, igualmente por sujetos relevantes en esos campos en su día. Hay que destacar la importancia dada en la revista a la información gráfica ya fuese a nivel de la noticia del momento como en otros campos como el arte (escultura, pintura y arquitectura, entre otros) así como la de grandes ilustradores cuando la fotografía no era posible. Muchos anuncios tenían una calidad artística extraordinaria como era el caso de la empresa de perfumería Gal, la cual editó semanalmente un cartel que formaba parte de un concurso.
Inicialmente, los espacios se distribuyeron para un 70% para títulos y grabados, un 20% para texto y un 10% para publicidad en poco más de 30 páginas. Posteriormente, esta distribución cambió y quedó establecido un 50% para ilustraciones, un 30% para texto y un 20% para publicidad.


Según el artículo consultado de Madripedia, por lo general, un número ordinario venía a contener la portada y segunda portada gráfica (que generalmente era la reproducción de una obra pictórica, habiendo en la portada pintores consagrados y en la segunda portada pintores acreditados en ese momento), la noticia del momento y su comentario por un especialista en el tema acompañada de material gráfico (esta podía ser nacional o internacional o ambas), un artículo comentado sobre las figuras y obras del momento o bien de sociedad (a nivel literario, pictórico, o de escultura, entre otros), un recorrido gráfico-literario sobre una localidad española, hispanoamericana o de otra parte del mundo (mostrando los edificios más artísticos o representativos de ella), notas de sociedad, pero no en plan “prensa amarilla” (por ejemplo candidatos a ocupar un sillón de la Real Academia de la Lengua, inauguración de un gran edificio, una exposición internacional, la familia real de…, inauguración e instalaciones del Metropolitano de Madrid, etc.), un relato corto de un escritor de renombre en ese momento, páginas centrales (generalmente en papel diferente más grueso) dedicadas al arte o a la fotografía artística, información sobre la escena teatral o del “cinematógrafo” nacional respecto al teatro, o norteamericana sobre el cine (lo que no podía ser de otra manera), noticias del “Sport” (deportivas), y la moda (generalmente femenina) del momento con grandes ilustradores y/o material fotográfico.

Durante su primer año de vida, en agosto de 1914, se alcanzaron los 55.000 ejemplares y su precio era de 50 céntimos, que luego subiría a 1 peseta, muy caro para aquella época, lo cual demuestra el carácter elitista de la publicación, asequible solamente a las clases sociales más pudientes. Cuando la revista LA ESFERA cumplió su primer aniversario, se celebró un banquete en el hotel Palace de Madrid en honor de Francisco Verdugo y Mariano Zavala, firmando la convocatoria del homenaje representantes de las más importantes instituciones madrileñas. En el comienzo de los años 30, los avances tecnológicos sacaron a la luz revistas más asequibles económicamente con fotografías impresas en huecograbado y más noticias de información puntual (sucesos, política, deportes, espectáculos, etc.), que repercutieron negativamente en LA ESFERA convirtiéndola aún más en revista de corte elitista e iniciando su declive y posterior desaparición el 17 de enero de 1931. En total se publicaron 889 números, más los ejemplares extraordinarios que se publicaron sin numerar. Cronistas y colaboradores destacables fueron, entre otros, Benito Pérez Galdós, Pérez de Ayala, los hermanos Quintero, Miguel de Unamuno, Emilia Pardo Bazán, José Carretero, Jacinto Benavente, Armando Palacio, Mariano de Cavia, Hernández Catá y José Francés.

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