Llega el 8 de marzo, una fecha emblemática por ser el Día Internacional de la Mujer. Por ese motivo, porque ellas merecen ser reconocidas, porque la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades debe triunfar, por todo lo que ellas han aportado y siguen aportando al mundo, por infinitas razones, nosotros desde aquí nos adherimos a una gran causa.
Porque todas lo valen y lo merecen, sin excepciones, no hay mejor regalo que obsequiarlas con el periódico y/o la revista del día en que nacieron, con su certificado de autenticidad y una carpeta de presentación opcionalmente personalizable. Porque en ese ejemplar, único e irrepetible, sean visibles o invisibles, también existen historias de mujeres donde ellas intervinieron decisivamente.
Revista "La Voz de la Mujer". Nº2, junio de 1917. Hemeroteca Municipal de Madrid
Para quienes lo desconozcan, el origen histórico del 8 de marzo se remonta al año 1908, cuando en la citada fecha las mujeres obreras de la fábrica Cotton de Nueva York declararon una huelga con permanencia en su lugar de trabajo para pedir una reducción de la jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres y mejorar las condiciones laborales. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que ellas desistieran y abandonaran el lugar. Como resultado murieron 129 mujeres en un incendio producido en el interior de la fábrica. Ese mismo año, el 3 de mayo, se realizó un acto por el día de la mujer en Chicago y el 28 de febrero de 1909 en Nueva York se conmemoró por primera vez el “Día Nacional de la Mujer”. Finalmente, en 1910, en la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague, entre otras cosas, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908. Años después, en 1977 la Asamblea General de la ONU designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Desde "En la Prensa de Aquel Día", os deseamos un feliz Día Internacional de la Mujer, porque la prensa de ayer, de hoy y de siempre, también es cosa de mujeres.
