Revista de humor semanal editada en Barcelona dirigida por Eduardo Arce, aunque sus principales impulsores e ideólogos fueron Jaume Perich y Manolo Vázquez Montalbán. El primer número salió en los quioscos el 4 de marzo de 1974, casi coincidiendo con la ejecución de la sentencia de muerte de Salvador Puig Antich. La tirada fue de 100.000 ejemplares que se agotaron enseguida. Esta revista, que se vendía al precio de 25 pesetas, fue el intento más redondo e ideológicamente más comprometido de la prensa de humor de la transición. El número de páginas era habitualmente de 36, y tanto la cubierta como algunas páginas interiores eran a todo color.
La iniciativa, nacida de una escisión de la revista Hermano Lobo, fue del editor José Ilario (editor de la revista Barrabás y posteriormente el primer editor de la revista El Jueves) quien propuso a Jaume Perich y Manolo Vázquez Montalbán que hicieran la revista que desearan. La editó Punch Ediciones. La plantilla de colaboradores estaba formada por Josep Martí Gómez, Antonio Álvarez Solís, Josep Ramoneda, Juan Marsé, Maruja Torres, Ángel Casas, José Luis Guarner, Amando de Miguel, Fernando Savater, Joan de Sagarra, Manolo Vázquez Montalbán y Máximo San Juan para la redacción de los textos. En la parte gráfica colaboraban El Perich, Cesc, Forges, Nuria Pompeya, Jaume Bach, Juan José Guillén, Máximo, Romeu, Vallés, Martínmorales, El Cubri y Gin. Al cabo de poco se incorporaron los dibujantes Quino, Fontanarrosa y Reiser.
El contenido principal era la sátira política. Seguía el hilo de la actualidad, al contrario de casi todas las demás revistas de humor del momento que publicaban textos y chistes mucho más intemporales. Los textos eran muy críticos dentro de las posibilidades del momento pero de gran calidad literaria. El conjunto de la revista seguía una coherencia, y contenía secciones de crítica de cine, literatura, música, además de apartados singulares como "Señoras y señores" de Juan Marsé, "Diario Apócrifo" de Máximo, "La entrevista Salvaje "de Maruja Torres, "El séptimo de Caballería" con textos de Montalbán y dibujos de El Perich, "Confidencias de un chorizo", de Juan Marsé, "The Periferia Times" de Pedro García, "Nosotras las mujeres objeto-ras" de Nuria Pompeia, "Paisanaje con/sin pedigree" de Rafael Wirth y "Último rollo" de Manuel Campo Vidal. Según Manolo Vázquez Montalbán, la revista estuvo "considerada un instrumento más de la transición, en manos de un nunca constituido frente crítico de izquierdas en el que colaboramos comunistas, socialistas, anarquistas, neoenciclopedistas, pijoapartes, solteras, barones rojos y otras especies entonces bastante lúcidas y alcoholizadas".
Como consecuencia de su incisiva carga política, pronto llegaron los correspondientes problemas. En el número 4 Juan Marsé incluyó en su sección "Señoras y señores" a Emilio Romero, director del diario Pueblo, el cual contestó violentamente desde su periódico tratando de "sabandijas" a los humoristas en cuestión, y aunque desde el semanario se trató de contemporizar en los números siguientes Romero y sus colegas pidieron no ya la suspensión sino que se borrara su inscripción del registro de publicaciones del Ministerio de Información y Turismo.
Posteriormente, al cabo de cuatro meses, la revista fue sancionada con cuatro meses de suspensión y una multa de 250.000 pesetas, siendo la pena máxima que contemplaba la Ley de Prensa. Tras este incidente llegarían otras amonestaciones a incluso el secuestro de algunos números, como el 18, 35, 55 71 y 72, así como la apertura de expedientes sancionadores. Como anécdota, remarcar que cuando la revista era suspendida, la redacción confeccionaba una publicación alternativa titulada Muchas gracias que continuaba saliendo semanalmente.
Las multas sucesivas crearon problemas económicos, de modo que José Ilario se vio obligado a vender la cabecera a Garbo Ediciones, aunque la publicación mantuvo el mismo formato y estructura. Ello sucedió en septiembre de 1975.
Cuando se acercaba a su final, en el número 209 correspondiente al mes de julio, insertó el que se considera el primer editorial abierto de una publicación satírica, contra ETA-Militar y en defensa de la libertad de expresión, con una portada que rezaba: "MazingerETA: decidida a matar la palabra".
El descenso de ventas hizo volver la revista a manos de José Ilario, dejándose de publicar en julio de 1978 para transformarse en la revista Nuevo Por Favor. El resultado no fue el mismo y se trataba de una publicación demasiado seria, con colaboradores como Cristina Peri Rossi, Luis Vigil, Moncho Alpuente, Ferrán Sales, Pau Maragall y Ramón Tamames. Este cambio no tuvo éxito y sólo saló editada entre octubre de 1978 y el 2 de diciembre del mismo año.
Tras la desaparición de la revista, posteriormente se publicaron diversas antologías como Lo mejor de "Por Favor", el Almanaque 10º aniversario "Por Favor", y "Por Favor", una historia de la Transición.