domingo, 15 de diciembre de 2019

25 años en la prensa de aquél día: la prensa deportiva


Tras haber resumido en los anteriores artículos la disponibilidad de periódicos y revistas en nuestro local sito en el barrio del Raval de Barcelona, ésta vez nos centraremos en un artículo históricamente interesante que merece dar a conocer: la prensa deportiva.
Desgraciadamente no disponemos de un amplio stock de ejemplares como desearíamos, si bien debemos afirmar que no es precisamente el producto más vendido. Sin embargo, hemos observado el gran valor que le otorga la clientela que se aventura a adquirir un ejemplar de periódico o revista de deporte por su extraordinaria originalidad y singularidad con respecto a la prensa convencional.
En líneas generales, la historia de la prensa deportiva es contemporánea y en más de cien años, aunque los formatos han cambiado, el contenido y la estructura han sido siempre muy similares. Ello se debe a que a finales del siglo XIX surge el deporte moderno tal y como hoy lo entendemos, como un hecho humano practicable por cualquier persona y como espectáculo de masas. La celebración de los primeros Juegos Olímpicos en la ciudad de Atenas, en 1896, abrió simbólicamente esta nueva etapa donde el deporte deja de ser definitivamente una práctica únicamente elitista. Ello motivó a la proliferación y difusión de publicaciones temáticas sobre deporte en los quioscos de prensa, tanto generales como de disciplinas concretas. Nacieron con una doble misión informadora y educativa. En general se caracterizó por una diversidad de la oferta, informando de diferentes deportes y alejándose de la prensa del marco estrictamente asociativo, lo cual implicó el paso de boletines locales a informaciones nacionales e internacionales, así como la aparición de promotores y redactores profesionales.


Durante los años 10 y 20 del siglo XX el deporte dejó de ser un juego para convertirse en una actividad organizada con una serie de funciones sociales muy importantes, de modo que el periodismo especializado cobró también su importancia. Numerosas cabeceras que sobrevivieron a su desaparición terminaron convirtiéndose en diarios, fijándose entonces las características básicas de la prensa deportiva que prácticamente nos ha llegado en la actualidad. Barcelona fue la ciudad donde aparecieron un mayor número de periódicos deportivos y donde su continuidad en el tiempo fue mayor. Ello se explica por el papel que desarrolló la prensa en tanto ser el único medio de comunicación de masas incluso por encima de la radio, y por el notable interés por el fenómeno deportivo.
A pesar de la Real Orden de 1924 que decretaba el descanso dominical de la mayoría de las editoriales de prensa, buena parte de la prensa deportiva continuó saliendo los lunes, lo cual los benefició en cuanto a ventas se refiere. Eran tiempos en los que el fútbol todavía no era el deporte rey si bien año tras año iba ganando cuotas con respecto a otras secciones deportivas.
Durante la Segunda república la prensa deportiva reflejó un cambio filosófico en la concepción del deporte, en tanto que éste dejó de ser un mero juego para convertirse en un deporte propiamente dicho, es decir, en una actividad organizada  con una serie de funciones sociales muy importantes. A ello se sumó un aumento de la importancia del periodismo especializado al potenciarse la importancia de nuevas disciplinas deportivas antiguamente consideradas secundarias y que ahora pasaron a tener trato periodístico.


Al estallar la Guerra Civil, una parte de las cabeceras desaparecieron para siempre y otras fueron colectivizadas publicándose bajo control sindical como prensa de deportes que incluía una sección de noticias relativas al conflicto bélico. Progresivamente fueron aumentando las restricciones de papel de modo que las ediciones fueron quedando reducidas a muy pocas páginas, a menudo una sola hoja por las dos caras.
Terminada la guerra, bajo el régimen franquista la prensa superviviente intentó recobrar la normalidad y también surgieron nuevas cabeceras. Los años de postguerra se caracterizaron por contener numerosos discursos patrióticos conjuntamente con las noticias deportivas. Los periódicos se convirtieron en portavoces de la dictadura basándose en la virtud del deporte como solidaridad entre compatriotas. El deporte tenía entonces una consideración higienista, relativa a la pureza y a la elegancia que remitía a una moral de buena conducta. Como sintonía de grupo fue un reclamo para atraer a jóvenes y adolescentes.
Durante los años 50 algunas cabeceras promovieron concursos para los lectores y en un nivel superior la otorgación de premios deportivos como manera de aumentar el prestigio de la publicación. Se emprendió una etapa de modernización y comercialización donde ya no se pretendía fomentar la práctica de deportes entre los jóvenes sino entretener a los espectadores. Las publicaciones con más medios económicos empezaron a editar dominicales a modo de suplemento gráfico donde se destacaban las grandes epopeyas del deporte con un tratamiento de la información muy cuidado y apoyado en buenas fotografías. Fueron años en los que se pretendía hacer sentir al público los acontecimientos especiales de modo más cercano para generar así gran necesidad de información y de sentirse cercano a los deportistas más venerados del momento.


A partir de los años 60 hubo una modernización generalizada de la mayoría de cabeceras de prensa deportiva, con formatos más adecuados de menor dimensión y unos diseños más acordes a los nuevos tiempos. Desde entonces el fútbol pasó a ser el deporte rey y el que acapararía buena parte de las páginas de cada ejemplar. Otras secciones importantes eran baloncesto, motor, ciclismo, atletismo y tenis. Esa modernización incluyó que los domingos y días festivos se publicaran portadas con imágenes a todo color, incluidos suplementos extras temáticos los cuales tendrían como objetivo resaltar las noticias. A nivel ideológico el deporte en la prensa deportiva se usó como metáfora para simbolizar la idea del progreso personal y la admiración que ello suscitaba, además de convertirse en portavoces y altavoces de los logros de los deportistas españoles.
Durante los años de la Transición hubo un descenso de las ventas y una pérdida de calidad de los ejemplares al influir claramente la oposición política de izquierda que denunció el éxito del fútbol por ser una manipulación del aparato franquista.
Bajo periodo democrático la prensa deportiva fue cambiando de forma y contenido, coincidiendo con momentos especialmente brillantes para el deporte español. Los formatos en blanco y negro y la impresión en huecograbado dieron paso al color y a la impresión digital. En cuanto a contenido se refiere los artículos periodísticos de opinión fueron ganado más protagonismo hasta el punto de convertirse en fundamentales, se incorporó la infografía y la presentación de las noticias de un modo más ágil.
Desde el siglo XXI la prensa deportiva ha apostado en líneas generales por incorporar mayor presencia de páginas a color, de columnas de opinión, de tratar la imagen con mayor espectacularidad y nuevos diseños adaptados a la actualidad y a las exigencias de los lectores modernos.


En nuestro almacén de Barcelona disponemos de ejemplares muy interesantes y excelentemente conservados como As, Barcelona Deportiva, Barcelona Sport, Boxeo, Campeón, Deportes, Dicen, Esport Català, El Once, Excelsior, Marca, La Jornada Deportiva, Mundo Deportivo, Rambla, Revista Barça, Sport y Vida Deportiva, además de otras cabeceras muy heterogéneas que se han podido recuperar menos conocidas pero no por ello menos interesantes desde el punto de vista histórico.